8 abr. 2007

PRIMER EVENTO CON PROPULSORES Y PROPULSORAS DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA

PALABRAS MARÍA LEÓN

24 DE MARZO DE 2007

En primer lugar permítanme agradecer la posibilidad de estar en este evento histórico, de compartirlo con cada uno y cada una de ustedes, con este comité propulsor, organizador del Partido Socialista Unido, y especialmente con nuestro Comandante que voy a repetirles, verdaderamente su ejemplo no será solo para el siglo XXI, creo que los siglos venideros tendrán que ver con la obra que aquí estamos realizando con su dirección.

La ofrenda

Pensé mucho qué decir en un día tan grande, y voy a comenzar por una ofrenda:
Dedico estas palabras a nuestros antepasados y nuestras antepasadas, que moraban en este valle, los y las Toromaima, los y las Caracas, quiero simbolizar a esa gente en Apacuana, la más valiente entre los quiriquire, que enfrentó a los españoles, que logró derrotarlos, aunque luego ellos despedazaron su cuerpo, pero nosotras y nosotros decimos aquí, que Apacuana, la cacica vive todavía en este valle de los Toromaima.
Quiero ofrecer también este acto a nuestros ríos, los ríos que la revolución está rescatando, a nuestro Guaire que era un río navegable, a nuestro Guaraira Repano, a nuestro Cerro el Ávila. Quiero compartir con ustedes una de las leyendas más hermosas sobre el origen del nombre Guaraira Repano: Se dice que en el pasado Caracas era un valle que llegaba hasta el litoral, y en una ocasión venía una ola inmensa sobre el valle de Caracas y los Toromaimas pidieron a Huaira que era su Dios de las aguas, que detuviera la ola y Huaira detuvo la ola y la petrificó y así nació esa hermosa montaña al norte de Caracas que ellos y ellas llamaban Guaraira Repano y que nosotros y nosotras llamamos el cerro El Ávila.

La traición

Pero recordarlos y recordarlas a ellas y a ellos, no lo hago solamente porque merecen ser recordados todos los días, y aunque los arrasaron, y aunque no quedó ninguno de ellos, quedaron sus nombres que todos los días nos recuerdan a Terepaima, y a Guaicaipuro, en cada pedazo de nuestro país, por lo menos sus nombres quedaron con nosotras. Ahora lo que deseo rescatar para este evento sobretodo, y que nos sirva de reflexión, es que no fueron derrotados nuestros indígenas y nuestras indígenas de aquella época (porque los que están vivos ahora están unidos y no serán derrotados jamás), no fueron derrotados solamente porque no conocían la pólvora, ni solamente porque trajeron aquellos perros espantosos amaestrados, ni por la crueldad del imperialismo español, fueron derrotados por la traición. Cada vez que leemos cómo se enfrentaba Terepaima a los españoles vemos que los españoles iban con cuarenta españoles y doscientos indios, es decir que la propia gente, sus propios hermanos indios (no los vamos a acusar ni a juzgar, vamos a decir que engañados) constituían el ejército con el cual lograban los españoles dominar y vencer, maltratar y matar y todo lo que hicieron en nuestra tierra fundamentalmente fue destrucción. Y yo creo que este es el momento de pensar en eso, porque no fue solamente a los indígenas, no fueron solamente ellos, no tengo tiempo para extenderme, pero yo si les pido a ustedes, a cada uno y a cada una que va a llevar este mensaje a todo el país, que hagan reflexionar a la gente sobre que ahora no es el imperio español, ahora es el imperialismo norteamericano que es el más cruel, aquellos son niños de pecho, ante la crueldad que tiene el imperialismo norteamericano con todos los pueblos, y aquí no puede haber ni un solo venezolano ni una sola venezolana que le dé la mano al imperialismo ni a sus representantes.
Hay otro llamado que quiero hacer, a mis hermanos y a mis hermanas revolucionarios y revolucionarias que hemos resistido tanto tiempo. Pienso que en un momento como este, porque todo hay que verlo en su momento, en el tiempo, en el espacio, no es lo mismo hace quince años, que ahora, no es lo mismo hace veinte años, que ahora, no es lo mismo el principio del siglo XX que el principio del siglo XXI. Hermanos y hermanas, no podemos darles ni siquiera una sola posibilidad a quienes se ubican en el lado que favorece los planes del imperialismo, ni una palabra. Si queremos decir algo, en contra de nuestro proceso por disgusto, porque somos humanos, tenemos que mordernos la lengua, no podemos decir ante el enemigo, ni una palabra en contra de lo que nos estamos proponiendo. No queda otro camino sino el del trece de abril ¿qué paso el once de abril? este pueblo sabio, este pueblo heredero de la gloria de tantos, tantos héroes y mártires, ¿qué hizo?, al once de abril le presentó el trece de abril, ¿qué dijo nuestro pueblo?, que tu comandante firmó, que no se qué, tanta maldad, y el pueblo ¿qué dijo?: ¡Presente! ¡Más nada! ¡Presente!. Y ahora al llamado del Partido Socialista Unido, el pueblo de Venezuela dice, ¡Comandante presente!

(SE OYEN GRITOS EN CONTRA DE LOS QUE NO SE UNEN AL PARTIDO)


En vez de hablar en contra, llamémoslos, todos nuestros hermanos son hermanos, aquí se trata de hacer como lo hizo nuestro Libertador Simón Bolívar: “Españoles y Canarios contad con la muerte aun siendo indiferentes, americanos contad con la vida aunque seáis culpables”. Y esa es la posición. Halar a nuestra gente, no estamos jugando. Nos estamos jugando la vida de la patria, la vida de la república, la vida del continente, tenemos que ganarlos para esta pelea.

La conciencia de clase trabajadora o de pueblo trabajador

Como yo no soy socióloga no se muy bien, pero como luchadora pienso lo siguiente: cuando Carlos Marx dijo: “que en la medida que el capitalismo se desarrolla, se va simplificando la sociedad, se va polarizando, y creando solamente dos clases” dice él: la burguesía y el proletariado. Las demás clases van desapareciendo. En este momento esa polarización ha dividido la sociedad en la oligarquía y la clase trabajadora. No somos sino esas dos clases. El presidente pertenece a esa clase trabajadora, sus ministros y ministras, los hermanos y hermanas del campo, los hermanos y hermanas que trabajan en la economía informal, las amas de casas, no lo invento, lo dice la constitución bolivariana, el artículo 88, ¿qué son las amas de casas?, trabajadoras, porque el concepto de trabajador no es solamente el obrero. El concepto de trabajador en este momento histórico es precisamente quien no es explotador, estamos divididos entre explotados, que somos todos nosotros y nosotras y los explotadores que es la oligarquía nacional e internacional. Camaradas casi todos los problemas que tenemos en la revolución, de peleas entre grupos, de pequeñeces, de mezquindades, es por no entender que somos una sola clase. No es que yo soy trabajadora y tu no, no, no, no. Somos clase trabajadora y qué es lo que dice Marx de la conciencia, se tiene conciencia en sí, es decir, muy bien, ya yo sé que soy clase trabajadora, pero se tiene conciencia para si, es decir, a esta clase trabajadora, que somos todos y todas nosotras, le corresponde el poder, la dirección de la sociedad, decidir el destino de todas y de todos, esa es la clase para si. Y esa es la tarea del Partido Socialista Unido, de crear conciencia de clase trabajadora y conciencia de clase trabajadora para si, salgamos a crear esa conciencia, esa no se crea sino en la práctica. Si yo me siento porque soy ministra mejor que el que es director, y el director mejor que el otro, no hay conciencia de clase. En una revolución socialista, no puede ser, el ministro, la clase obrera, el alcalde, todos somos iguales, trabajadores. Lo más importante de esta conciencia de clase en si, y clase para si, y que no debemos olvidarnos, es que la clase que nos opone, la oligarquía, tiene una profunda conciencia de clase en si, y de clase para si, no quieren ceder ni un centímetro del poder que ellos han tenido. Entonces no es posible, que mientras a la clase a la que estamos enfrentadas, que es la oligarquía nacional e internacional, se une, mata, destruye el planeta, haya divisiones, de que yo soy un poco más porque soy un trabajador, yo tengo más algo nivel que tú, tu eres técnico, yo soy doctor, no, no, no, somos trabajadores, con conciencia de clase. Y por último, porque a mi me dijeron que no hablara largo…

El género en la revolución bolivariana

Quiero decir que es como mi mayor satisfacción, mi mayor felicidad, lo que me hace sentir que esos años de lucha que he tenido, y de sacrificio, y todo, me parece como si no hubiera sido nada, como si hubiera sido una rosa de esas que yo le regalo a veces al Presidente porque lo que tenemos ahora es algo tan grande, ninguna revolución le ha dado a la mujer, lo que le ha dado la revolución bolivariana. Esta mañana hicimos un encuentro de las mujeres, de la plataforma unitaria, las mujeres quisimos también esta vez, tomar la vanguardia. Somos la vanguardia en la revolución bolivariana, y no es gratuito, no es gratuito, no es como antes, nuestras mujeres eran instrumentalizadas, llenaban unas cuestiones de mujeres, mujeres pa’ que cocinen, mujeres pa’ que hagan las rifas. Y ellas como hormiguitas trabajando por los partidos y por todas cosas y después se sentaban solamente los hombres a mandar y a decidir. Eso lo acabó la revolución bolivariana, el artículo 88 en primer lugar. Y aquí yo les pido, al ministro Giordani, a los economistas: Tienen que producir teoría económica nueva, el artículo 88 echa por la tierra todos los conceptos anteriores cuando medían la fuerza de trabajo, decían: menos las amas de casas y los estudiantes. Es decir, que las amas de casas estábamos fuera de la fuerza de trabajo, éramos improductivas, ajá, y ahora con el artículo 88, tienen que reconocer que no es así. Aquí ha habido estudios que han demostrado que el aporte económico de las amas de casa en un año ha llegado al 80% de la producción petrolera. Entonces, eso no había pasado en ninguna parte del mundo camaradas, eso pasa aquí en la revolución bolivariana, que lideriza Hugo Chávez, en más ninguna parte. Y esa conquista la vamos a llevar al mundo, a la América. Esta es una nueva liberación, es la de la mujer, y cuando la mujer está liberada, creará hombres y mujeres libres. Por eso es tan importante. Yo quisiera hablar toda la tarde. Pero quiero terminar solamente diciendo: Usted nos ha llamado comandante al partido. Aquí estamos todos los hombres y todas las mujeres revolucionarias. Yo respondo por las mujeres. Todas las mujeres revolucionarias al Partido Unido de Venezuela. ¡Patria, Socialismo o Muerte!

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