Barquisimeto, 9 de Noviembre de 2002
Carta Abierta, a los organizadores y organizadoras y a los y las asistentes del “Encuentro por la Consolidación de la Democracia Participativa”, que se celebra en Barquisimeto. Permítanme ante todo expresarles mi compromiso revolucionario, mi amor, mi solidaridad y sobretodo la gran admiración por el movimiento popular venezolano que jamás ha pedido tregua, que ha trabajado sin descanso y ha demostrado ser sabio, oportuno y consecuente. De manera particular quiero saludar al movimiento popular de Barquisimeto del que formé parte por veinte años y del cual aprendí lecciones importantes que en el día de hoy quisiera destacar como un aporte para este debate.
Sobre el movimiento popular hay algunos mitos, uno de ellos es que el pueblo venezolano es desorganizado.
En los años 70’ realizamos bajo la dirección de Fruto Vivas, del Profesor Moya y Wilmer Peraza, entre otros líderes sociales, el primer Foro en Defensa de la Ciudad de Barquisimeto, y cuando registrábamos la cantidad de asociaciones de vecinos, cooperativas, clubes, grupos culturales, organizaciones gremiales, profesionales, estudiantiles, de mujeres, religiosas, deportivas, etc., no salíamos de nuestro asombro, pues jamás habíamos imaginado que existieran tantas organizaciones en la ciudad. En años posteriores, se han realizado encuestas por organismos nacionales e internacionales sobre el proceso organizativo del pueblo venezolano, comprobándose que la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas pertenecen a algún tipo de organización. Podemos afirmar que somos un pueblo organizado.
Para entonces, y durante varias décadas la principal debilidad de nuestro movimiento consistía en que carecíamos de un programa común, hoy gracias a Dios tenemos ya la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, otra gran debilidad era la ausencia de un líder, ahora gracias también a la divina providencia contamos con nuestro Presidente el Comandante Hugo Chávez. También carecíamos de capacidad para articularnos, ahora nos damos el lujo de organizar en pocos días una manifestación de dos y tres millones de personas.
¿Cuál es entonces el problema del Movimiento Popular ahora?
En nuestro criterio, el problema fundamental es que utiliza formas organizativas agotadas que no corresponden a su nivel de desarrollo, dicho en términos marxistas, que han entrado en contradicción irreconciliable, las formas del movimiento con el contenido del movimiento popular, por considerar que esta contradicción de forma y contenido es el principal obstáculo para el desarrollo del movimiento, quiero utilizar para explicarla mejor el ejemplo más conocido, tomado de las ciencias naturales:
“ Cuando un pollito está en embrión, (en este caso el pollito es el contenido) la forma que lo contiene (el cascarón) se mantiene intacta, cuando el pollito crece no cabe más en esa forma y rompe el cascarón”. Ese fenómeno trasladado al movimiento social, es el mismo que padecen hace mucho tiempo los partidos políticos, los sindicatos, las asociaciones de vecinos y las organizaciones populares en general, cuya forma vienen copiándose durante más de doscientos años desde la primera internacional, y el movimiento popular cada vez más capacitado y más fuerte rompe esas formas y las volverá a romper una y otra vez, hasta que encontremos colectivamente las formas que necesitamos para el movimiento actual.
Todos los revolucionarios del mundo, enfrentaron en su tiempo estos retos, para Lenin por ejemplo no servían los partidos de la Segunda Internacional , y creó los partidos de nuevo tipo, y aprendiendo de su pueblo, desarrolló y fortaleció los Soviet de Campesinos y Obreros como forma de gobierno popular, a buen entendedor pocas palabras bastan, oigamos entonces a nuestro pueblo venezolano y aprendamos de su práctica.
¿Cómo se ha organizado nuestro pueblo?
1. Para obtener vivienda, ha creado comités de vivienda y auto-construido casi siempre los hogares donde vive. En el pasado estas iniciativas no contaban con el apoyo del gobierno, ahora estas organizaciones populares de vivienda deben tener como interlocutor válido los institutos gubernamentales de la vivienda, y junto a ellos, en cumplimiento de la Constitución , deben participar en la elaboración de las políticas, en las prioridades presupuestarias, en el nombramiento de los funcionarios y funcionarias y en la elaboración de las estrategias comunicacionales.
2. Para defender la salud, ha creado a todo lo ancho y largo del país comités populares, asociaciones, sindicatos y entes diversos sobre salud, a pesar de su fuerza el movimiento de salud comunitaria y el de salud ocupacional, pocas veces han sido oídos. En el presente su interlocutor debe ser el Ministerio de Salud, quien junto a ese movimiento popular debe elaborar las políticas, discutir las prioridades del presupuesto, nombrar los funcionarios y funcionarias y elaborar las estrategias comunicacionales.
3. En defensa de los puestos de trabajo y el salario se ha organizado en gremios, sindicatos y colegios profesionales, cuando lograron ser oídos fue por presiones sumamente fuertes. Ahora, en la V República el interlocutor es el Ministerio del Trabajo, que debe discutir con ellos las políticas, las prioridades del presupuesto, el nombramiento de los funcionarios y funcionarias y elaborar las estrategias comunicacionales.
4. Para luchar contra la discriminación de la cual ha sido víctima durante siglos la mujer, ha creado organizaciones de mujeres tan numerosas que en el momento actual existen siete mil Puntos de Encuentro con INAMUJER, el interlocutor de estas asociaciones es el Instituto Nacional de la Mujer , y por lo tanto debe discutir con ellas las políticas, las prioridades presupuestarias, los funcionarios y las funcionarias y las estrategias comunicacionales.
Me limito a estos ejemplos para no hacer interminable la exposición, sin embargo, podemos afirmar con propiedad que no hay actividad del Estado venezolano que no tenga una contraparte en las organizaciones sociales, y el problema que hay que resolver es que dichas organizaciones sean reconocidas como interlocutores válidos, para que se cumpla el principio plasmado en nuestra Constitución de corresponsabilidad y por tanto de cogobierno.
Esto es el Gobierno Alterno, una manera de oír, entender y seguir la sabiduría de nuestro pueblo.
María León
Presidenta del Instituto Nacional de la Mujer
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