14 nov. 2007

El Imperio hecho polvo

Todas y todos sabemos que la lucha de los oprimidos contra los opresores es una lucha milenaria, voy a referirme a uno de los más hermosos ejemplos históricos, María de Nazareth, voy a citar una conversación suya con su prima Elizabeth cuando supo que estaba preñada del redentor del mundo: “Mi alma glorifica al señor y mi espíritu se transporta de gozo en Dios mi salvador, porque ha atendido a la humildad de su esclava: en adelante seré llamada bienaventurada en toda la serie de los siglos.
Porque ha hecho en mi grandes cosas aquel que es omnipotente y cuyo nombre es santo. Su misericordia se extiende de edad en edad sobre los que le temen.
Ha desplegado la fuerza de su brazo y ha disipado a los que se llenaban de orgullo en medio de su corazón. Ha arrojado a los grandes de su trono y ha ensalzado a los humildes. Ha llenado de bienes a los que estaban hambrientos y ha empobrecido a los que estaban ricos”.
Así hablaba la humilde hija de un pueblo oprimido por el imperio romano, que como todos los imperios fue hecho polvo por la voluntad de Dios y la lucha de los pueblos.


DOS MIL AÑOS DESPUÉS

Ahora estamos aquí nosotras como María de Nazareth preñadas de patria que ya no es tan solo la República Bolivariana de Venezuela sino la patria grande, la que constituyó el sueño de nuestras libertadoras y libertadores. La patria a la que nos convoca el presidente Hugo Chávez. Cito: “Ahora si, con el rumbo bien claro, con el conocimiento mucho más profundo de nuestras realidades, con una experiencia que se va sumando a la pasión y a la voluntad rumbo al socialismo, hacia una democracia profunda y plena, para que podamos volar y construir en este lugar del mundo…”

“la más grande nación del universo, menos por su extensión y sus riquezas que por su libertad y su gloria”

LA CUMBRE DE QUEBEC

En el año 2001 se celebró en Québec la cumbre de las Américas. En esa ocasión la dignidad de nuestro pueblo encarnó en la voz del presidente Hugo Chávez quien objetó en el documento final la cláusula sobre la democracia porque no se reconocía la democracia participativa y fue el único presidente que se opuso a los designios del imperio norteamericano rechazando el ALCA.
La valiente actitud de nuestro presidente se anunció como una buena nueva en todos los pueblos progresistas del mundo. Defendió dos principios irrenunciables: 1. La democracia participativa, es decir, la democracia del pueblo con el pueblo y para el pueblo. 2. La soberanía nacional, la independencia de nuestra patria amenazada por el imperio con el proyecto colonizador del ALCA.
Algunos analistas políticos comparan este importante hecho histórico con el 19 de abril de 1810, cuando los sucesos de Caracas estimulan otros movimientos de independencia en los países colonizados de nuestra América. Es como si estuviéramos hoy, avanzando para hacer realidad la última estrofa de nuestro himno nacional:

“Unidas con lazos que el cielo formó, la América toda existe en nación, y si el despotismo levanta la voz, seguid el ejemplo que Caracas dio”

NUESTRA AMERICA

Ahora la onda libertaria también sacude nuestro continente. Ahora son capitales del antiimperialismo y la solidaridad La Habana, Caracas, La Paz, Quito, Brasilia, Buenos Aires, Managua y se levantan todos los pueblos desde el sur del Río Grande hasta la Patagonia. Sobre todo entusiasma conocer un indio presidente cumpliendo la profecía de José Martí, “cuando se levante el indio se levantará la América”.

EL REFERENDUM UNA BATALLA ANTIIMPERIALISTA

La realidad del mundo en el que se desarrolla nuestro proceso revolucionario es el de dos grandes y poderosas fuerzas enfrentadas:
Una de ellas el Imperio norteamericano, enemigo número uno no sólo de nuestros pueblos sino de toda la humanidad que con su política guerrerista de dominación pretende imponer su modo de vida egoísta y vil a toda la tierra incluyendo el espacio desde donde pretende controlar el mundo amenazando con ataques nucleares del que ningún ser humano pueda escapar.
La otra gran fuerza son los pueblos que luchan por un mundo de paz, por la defensa del ambiente, por la solidaridad, por la convivencia entre las naciones. Dentro de ese enfrentamiento global (de los pueblos contra el imperialismo norteamericano) los ojos del mundo están puestos en nuestro líder el Comandante Hugo Chávez y en nuestro proceso de democracia participativa, protagónica y ahora paritaria.
Nuestros avances inspiran la lucha de millones de hombres y mujeres en el planeta. En Chávez y en la Venezuela bolivariana, se concreta la consigna “OTRO MUNDO ES POSIBLE”.
El referéndum por la reforma constitucional es una batalla decisiva entre los intereses del imperio representado internamente en el bloque del no, y los intereses de todos los pueblos progresistas del mundo representados en el bloque del sí. Ante tan grande compromiso histórico estamos obligadas y obligados a repetir con José Félix Ribas: “No podemos elegir entre vencer o morir, necesario es vencer”

¡Patria, Socialismo, o muerte. Venceremos!